- La primera de ellas tiene lugar en Brasil, en una de las zonas más pobres y problemáticas del país, las fabelas de Río de Janeiro, donde los habitantes de las mismas se duermen cada noche con el sonido inquietante de los disparos de las numerosas armas que pueblan la zona.
Un gran camión de Coca-Cola reparte felicidad a todo aquel que apriete un botón situado en la parte trasera del vehículo. La cara de alucinados que reflejan no tiene precio
- La segunda tiene lugar en una Universidad de Londres. No os voy a desvelar el contenido de la campaña hasta que no lo veáis. Solo decir que de nuevo son acciones sorprendentes y creativas que sólo un producto como Coca-Cola es capaz de llevar a cabo:
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